Todo va demasiado deprisa. Parece que el lluvioso invierno nos ha dejado, aunque en su sprint final apretó la tecla del "fast forward" y pasó. El mundo católico, y el que no lo es, se adapta al nuevo estilo que al parecer implanta el nuevo Papa Francisco I. La Unión Europea aplicó en Chipre una nueva e insólita técnica de estrangulamiento a la población. En estos días unos desaprensivos acaban de asesinar en Twitter a David Bustamante y Manolo Escobar mediante una mención, congratulémonos de que no ha sido así finalmente.
- Really! ¿no os parece que está todo demasiado alborotado?
Verdaderamente lo que me tiene asombrado desde hace meses es que en un cohete espacial iraní enviaran a la mismísima estratosfera a un… ¡mono!, con la excusa de probar materiales en el espacio exterior y demás argumentos sin fondo. Puede que sea una víctima de las innumerables manipulaciones a las que estamos sometidos con los medios de comunicación y las noticias, pero se me caía el alma al suelo cuando observaba en televisión como los supuestos responsables del lanzamiento rodeaban llenos de júbilo al pobre simio el cual intentaba entender qué narices estaba pasando y de qué se trataba la fiesta a la que había sido invitado. Es igual que cuando desde el Congreso nos dicen que van a hacer la vista gorda con lo defraudadores de las arcas públicas, que recortan en sanidad,…¡la misma cara del mono se nos queda, igual!
Todos tranquilos porque en 2020 pretenden enviar a un ser humano. Seguro que en las mismas condiciones que al mandril; tomen la ironía.
Uf… ¡cuán revuelto está todo!