sábado, 22 de octubre de 2016

El amor de un viajero

Corría una tarde fría, de esas que le hacía no moverse del sofá de su aparatamento a las afueras de la ciudad, llovía, pero Mario hizo uso de un intervalo sin agua, se colocó aquel chubasquero que guardaba en el armario de la entrada y se fue a dar un paseo por el parque de al lado de casa. Dejó el movil en casa porque no quería que nada ni nadie interrumpiera la paz que le producía esos instantes, tan sólo cogió el Ipod donde tenía guardada su lista de canciones de amor en español favoritas. Sonaba "No Puedo Vivir Sin Ti" versionada por El Canto Del Loco" cuando escuchó:
-¡Hola Mario! -gritó una voz ronca.
 Mario giró la cabeza varias veces hacia un lado y otro y no veía mas que al camarero del kiosko de bebidas, golosinas y helados que había en el parque, siguió andando y volvió a oir esa voz:
-¿No me has visto? ¡estoy aquí, en la ventanilla! -era él. 
-¿Porqué sabrá mi nombre? -se preguntaba a sí mismo hablando entre dientes.
 Mario levantó la mano en señal de saludo mientra exclamaba:
-¡Hola qué tal! -mientras seguía andando pensó qué porque no iba a preguntarle eso que le intrigaba tanto, así que se dió la vuelta y anduvo hasta que llegó a la ventanilla del kiosko:
-¿De qué me conoces chico? ¿Porqué sabes mi nombre? -a Mario empezó a sonarle la cara del tal forma que dedujo mientras hablaba que había coincidido con este chico en un viaje que hizo con sus amigos de Gandía por la Provenza y costa Azul de Francia, Simeón se llamaba.
Pasaron la tarde hablando y riendo mientras Simeón atendía a la poca gente que se acercaba a comprarle algo, estaba el cielo nuboso y no invitaba a salir a pasear. Recordaban anécdotas de aquel único viaje que el chico del kiosko había podido permitirse, pero a Mario le gustaba como recapitulaba los episodios, como los relataba, como los describía con la pasión de un viaje único e irrepetible para él.

...to be continue ;)

sábado, 16 de abril de 2016

Estancia Lunar

Llegados a este punto temporal de la eternidad he de decir que veo fehacientes intenciones del ser humano de instalarse de forma permanente en nuestra luna, y lo digo por si alguno de ustedes había pensado en opositar para alguna de las plazas. Me hacía eco en estos últimos días de que la Agencia Espacial Europea tiene intención de en las próximas décadas instalar una estación permanente en nuestro satélite con el objetivo de poblarla y realizar diversos experimentos científicos. Yo, desde este mismo momento, expreso mi candidatura de formar parte de esta nueva población y beneficiar a la humanidad.
Dudo bastante que por esas fechas nuestros políticos hayan logrado entenderse, escucharse y ponerse de acuerdo para formar el gobierno de la nación... bla.
Mis ojos ven que irse a vivir a la Luna sería la más superlativa fuga de cerebros jamás imaginada, dejaríamos atrás tradiciones como la Semana Santa Castellana, Ferias de Ganado Porcino, Vacuno y Bovino, Mascletás Valencianas, Encierros de San Sebastián de los Reyes y muchas fiestas patronales de puebliños gallegos.
Pensando en todo esto en días pasados me daba cuenta que nadie es imprescindible, que si me fuese a la Luna a ayudar que la humanidad crezca muchos me echarían en falta, pero otros no, siendo así que en determinados momentos uno se crece y piensa que nada funcionaría si la maquinaria bien engrasada que parecía se pararía si faltase, nada más lejos de la realidad.
Ninguno somos esenciales y yo menos.
Tomen apuntes señores políticos.

viernes, 22 de enero de 2016

Al azar

¡¡Geniales!!
Random Thinking - "I´m woman and you´re a man 
 

Calabazas

No pensaba contarlo, ni aquí ni nunca, pero hace media hora he cambiado de opinión y allá vá. He dicho que no al programa de Bertín Osborne. El día que yo acepte una oferta de un programa de televisión será para poner los puntos sobre las íes, contar las cosas que nos pasan a la gente de a pié  y soltarles cuatro frescas a más de uno. No necesito la promoción que otorga la televisión publica ni soy de los que exponen sus intimidades en "prime time".
He dicho.