sábado, 24 de marzo de 2018

Sputnik



Tengo el firme propósito de compartir este rato con  ustedes, exactamente el tiempo que les lleve leer esta confesión  mía en el blog, sin hacer alusión alguna al tema. ¿Que qué tema? Pues empezamos bien,  ya me quieren tirar de la lengua.
Me gustaría rendir homenaje a los 60 años y pico del primer cacharrito que los humanos pusieron a dar vueltas alrededor de la tierra. El ‘Sputnik’ que los soviéticos lanzaron al espacio el 4 de octubre de 1957 supuso oficialmente el inicio de la carrera espacial, forzó a EEUU a crear la NASA a todo correr y empujaría también a los yanquis a poner en marcha cinco meses más tarde la Agencia de Proyectos de In vestigación Avanzada (ARPA),que años después alumbraría una red de comunicación que fue germen de internet. Todo eso hace ahora seis décadas, fíjense sus señorías. Se habló mucho por entonces de aquel trasto esférico, del tamaño de una pelota inflable de playa. Pesaba 83 kilos nada más, lo mismo que cualquier  ciudadano con cierto sobrepeso que posterga un día sí y otro también su inscripción en el gimnasio. Este cacharrito que  emitía  ondas  de  radio,  recogía   información   sobre   la densidad de las capas altas de la atmósfera y poco más, aparte  de  acojonar  bastante a los americanos. No duró mucho orbitando  alrededor  de  la  Tierra. La próxima vez que relate les tendré que contar  la  historia  de  Sputnik  II, el de la perrita Laika (Era rusa y se llamaba Laika ella era una pera muy normal… Mecano). Lo que sea para seguir esquivando el tema.
¿Qué qué tema? Uf, qué cansinos son ustedes.